Lo celebramos una vez al año. Celebramos la existencia de una persona que nos dio la vida, ya sea biológicamente o emocionalmente. Una persona que nos lleva de la mano en nuestras andaduras, tanto de niños como de adultos. Un referente para muchas de las decisiones que tomamos aunque en el momento de tomarlas no les recordemos.
Hoy, 19 de marzo, celebramos el día del padre. Pero ¿sabéis cuál es el origen de esta festividad?
Aunque no lo creáis, es un día institucionalmente reconocido como festivo desde hace relativamente poco tiempo. Y se lo debemos a una mujer. Una maestra de una pequeña escuela de Madrid.
Era el año 1948, y Manuela Vicente Ferrero era maestra en un colegio del barrio de Vallecas. Un día, se presentaron ante ella dos padres, y le comentaron que se sentían un tanto envidiosos, porque sus hijas cada año trabajaban durante semanas en la escuela para elaborar con sus propias manos un regalo artesanal para el día de la madre. Ellos también querían tener un día para ellos.
Manuela, que además de maestra era escritora bajo el seudónimo de Nely, decidió empezar a celebrar el día del padre con sus alumnas. Organizó un festival infantil y preparó manualidades con las niñas de su clase. Escribía artículos en diferentes diarios de la época, y animó a otras escuelas a celebrarlo también. "Yo no inventé el día de la Madre, pero inventaré el día del Padre".
Algunos piensan que el día del padre, igual que San Valentín y otras festividades, son creadas por El Corte Inglés. ¡Y tampoco andan desencaminados! Tan popular se hizo que Radio Nacional de España entrevistó a Nely, y unos grandes almacenes se hicieron eco, y empezaron a promocionar este día especial. No fue El Corte Inglés, sino el recordado Galerías Preciados. Incluso ofrecieron a la maestra trabajar allí, pero se negó. Aunque sí colaboró con los almacenes con la condición de que sus alumnas fueran contratadas. Es por eso que Galerias Preciados se llenó de dependientas del barrio de Vallecas.
Ya existía un día del padre en otros países. En Estados Unidos se celebra desde 1909 el tercer domingo de junio, igual que en casi todos los países de America del Sur, Francias o Reino Unido. Y en otros países como Egipto, Palestina o Uganda le dedican el primer día del verano, el 21 de junio.
En el día del padre, nuestros pequeños se esmeran durante días con un entusiasmo e ilusión que se contagia. Esas manualidades que se guardan durante años, que coleccionamos como si fueran tesoros, son el espíritu de este día. Tanta ilusión se pone durante la infancia, que esa tradición la llevamos más allá de esos primeros años de inocencia, y cada 19 de marzo, sea fiesta o laboral, todos dedicamos parte de nuestro corazón a nuestros queridos Padres, tanto si están con nosotros y podemos celebrarlo con ellos y llevarles su regalo, como cuando ya se han ido y esa ilusión se transforma en añoranza.
En cualquier caso, desde Chamota queremos mandar un beso gigante a esos héroes. Porque la cara que se les veía ayer a todos los niños al salir del cole, con sus regalos envueltos, llevándolos con mucho cuidado con las dos manitas, se las debemos a ellos.
Y para los no tan niños, os animamos a disfrutar de esta jornada festiva, aunque sea en la distancia. Porque este, ES SU DÍA.
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